Boletín mensual de Heales. La muerte de la muerte N°182. Junio de 2024. La longevidad y el aparato digestivo


(…) hacernos dueños y poseedores de la naturaleza. Esto no sólo es de desear para la invención de una infinidad de artificios, que nos permitirían disfrutar sin dificultad de los frutos de la tierra y de todas las comodidades que en ella se encuentran, sino principalmente también para la conservación de la salud. (…) Si es posible encontrar algún medio que haga comúnmente a los hombres más sabios y más hábiles de lo que han sido hasta ahora, creo que es en la medicina donde hay que buscarlo.» Descartes, filósofo, 1637.


El tema de este mes: La longevidad y el aparato digestivo


Introducción

La relación entre la longevidad y el sistema digestivo es significativa, ya que una microbiota intestinal sana, una dieta equilibrada y una digestión eficiente contribuyen al bienestar general y a la esperanza de vida. Una microbiota intestinal diversa favorece la función inmunitaria y reduce la inflamación crónica, vinculada a muchas enfermedades relacionadas con la edad. Una buena salud digestiva previene enfermedades como el cáncer colorrectal y garantiza una absorción eficaz de los nutrientes. Además, el eje intestino-cerebro muestra que un intestino sano puede mejorar la salud mental, promoviendo aún más la longevidad. La incorporación de probióticos y prebióticos puede mejorar la salud intestinal al favorecer las bacterias beneficiosas. Por lo tanto, mantener un sistema digestivo sano a través de la dieta, el ejercicio y el control del estrés es crucial para una vida más larga y saludable.


Microbiota intestinal

Diversidad y equilibrio: una microbiota intestinal diversa y equilibrada es crucial para mantener una buena salud. Los estudios han demostrado que las personas con una amplia variedad de bacterias intestinales tienden a tener un proceso de envejecimiento más saludable y una esperanza de vida potencialmente más larga.

Interacción con el sistema inmunitario: la microbiota intestinal desempeña un papel vital en el sistema inmunitario. Un intestino sano puede ayudar a prevenir la inflamación crónica, vinculada a muchas enfermedades relacionadas con la edad.

Las investigaciones demuestran que la diversidad alfa, una medida de la variedad de la microbiota, aumenta con la edad entre los adultos mayores normales y los que envejecen con éxito. Este aumento de la diversidad parece tener un efecto positivo. La diversidad beta, que refleja las diferencias en la composición microbiana entre individuos, difiere significativamente entre adultos viejos y jóvenes, e incluso entre los adultos más viejos y los más jóvenes. Aunque la composición taxonómica específica y el potencial funcional varían según los estudios, Akkermansia es sistemáticamente más abundante en los adultos viejos. Al mismo tiempo, Faecalibacterium, Bacteroidaceae y Lachnospiraceae son menos abundantes, especialmente entre las personas mayores. En comparación con los adultos más jóvenes, los adultos mayores muestran una reducción de las vías relacionadas con el metabolismo de los carbohidratos y la síntesis de aminoácidos.

Sin embargo, los individuos de más edad muestran una mayor producción de ácidos grasos de cadena corta y un aumento de las vías relacionadas con el metabolismo central, la respiración celular y la síntesis de vitaminas. Los estudios han demostrado que la diversidad beta cambia significativamente a lo largo de las diferentes etapas de la vida, y sigue divergiendo incluso dentro de los grupos de mayor edad. Los adultos de más edad con una elevada diversidad alfa presentan una mayor estabilidad temporal en la composición de su microbiota. Una menor diversidad alfa se asocia a una menor cognición en el envejecimiento y es un marcador de enfermedades metabólicas e inflamatorias. Estos resultados sugieren que la Akkermansia puede contribuir a la homeostasis intestinal y al envejecimiento saludable reduciendo la inflamación y el riesgo de trastornos metabólicos y cognitivos.

El trasplante de microbiota fecal (TFM), también conocido como trasplante de heces, consiste en transferir bacterias fecales y otros microbios de un donante sano a otra persona. El TFM es un tratamiento probado para la infección por Clostridioides difficile (ICD). Para la ICD recurrente, el TFM es más eficaz que la vancomicina sola y puede mejorar los resultados incluso después de la infección inicial.

Probióticos y prebióticos

Los probióticos son microorganismos vivos que aportan beneficios para la salud cuando se consumen, y suelen encontrarse en alimentos fermentados como el yogur, el kimchi y el chucrut. Favorecen la salud intestinal introduciendo bacterias beneficiosas en el microbioma y reduciendo el crecimiento de bacterias nocivas al ocupar su espacio. Los prebióticos son nutrientes que favorecen el desarrollo de bacterias intestinales beneficiosas, mejorando así la salud intestinal en general. El principal prebiótico son los hidratos de carbono accesibles a la microbiota (MAC), comúnmente conocidos como fibra alimentaria. Presentes en frutas, verduras, cereales integrales, legumbres y otros materiales vegetales, estos hidratos de carbono complejos resisten a la digestión y la absorción, lo que les permite llegar intactos al colon y alimentar a las bacterias intestinales.

La microbiota intestinal influye en la senescencia celular y la salud de la piel a través del eje intestino-piel mediante la secreción de metabolitos microbianos. La metabolómica puede ayudar a identificar y cuantificar estos metabolitos implicados en la senescencia. Las nuevas terapias contra la senescencia son útiles. Los probióticos y los prebióticos pueden servir como alternativas eficaces, dada su conexión con el microbioma y el envejecimiento saludable. Sin embargo, los efectos conocidos son limitados, y se necesita más investigación sobre la composición intestinal durante la senescencia para desarrollar terapias inmunomoduladoras.

Inflamación y envejecimiento

Un intestino poco saludable puede causar un «intestino permeable», lo que conduce a la inflamación sistémica y el envejecimiento acelerado.

El cuerpo humano se encuentra a diario con sustancias potencialmente tóxicas e infecciosas en el tracto gastrointestinal (TGI), que soporta la mayor carga de antígenos. El TGI mantiene la integridad intestinal permitiendo el paso de agentes beneficiosos y bloqueando las sustancias nocivas. Normalmente, una barrera intestinal sana impide la entrada de elementos tóxicos en el torrente sanguíneo. Sin embargo, factores como el estrés, una dieta poco saludable, el exceso de alcohol, los antibióticos y el consumo de fármacos pueden alterar la microbiota intestinal y comprometer la homeostasis de la barrera intestinal, provocando un aumento de la permeabilidad intestinal. Esta condición, conocida como hiperpermeabilidad intestinal, permite que agentes nocivos atraviesen las uniones del epitelio intestinal hacia el torrente sanguíneo, afectando a diversos órganos y sistemas.

En consecuencia, el síndrome del intestino permeable y la disfunción de la barrera intestinal están relacionados con enfermedades intestinales como la enfermedad inflamatoria intestinal y el síndrome del intestino irritable, así como con enfermedades extraintestinales como las cardiopatías, la obesidad, la diabetes mellitus tipo 1 y la celiaquía. Dada la relación entre la permeabilidad intestinal y numerosas afecciones, es esencial desarrollar estrategias eficaces para prevenir o reducir el aumento de la permeabilidad intestinal. El impacto de los nutrientes de la dieta en la función de barrera es crucial para diseñar nuevas estrategias para pacientes con enfermedades relacionadas con el intestino permeable asociadas a la disfunción de la barrera epitelial.

Envejecimiento del aparato digestivo

Los cambios relacionados con la edad en la función intestinal tienen profundos efectos en la motilidad del esófago, el estómago y el colon. Los adultos mayores son especialmente vulnerables a trastornos como la malnutrición, la hipotensión postprandial, la disfagia, el estreñimiento y la incontinencia fecal.

La reducción del número de células nerviosas en el plexo mientérico, crucial para la absorción digestiva, y la degeneración de las vellosidades, que reduce la superficie del intestino delgado, contribuyen al deterioro de la absorción de nutrientes. Además, el envejecimiento deteriora el sistema inmunitario intestinal, incluida la capa mucosa del tracto gastrointestinal, lo que provoca una mayor incidencia y gravedad de las infecciones entre las personas mayores. Los defectos en la estructura y la función del sistema de defensa de la mucosa, la reducción de la capacidad de producir inmunidad protectora y el aumento de la frecuencia de la inflamación y el estrés oxidativo están relacionados con el envejecimiento.

Aunque puede afectar a personas de todas las edades, la enfermedad por reflujo gastroesofágico, o ERGE, es más frecuente en personas mayores. El ardor de estómago y los síntomas asociados de la enfermedad por reflujo (ERGE) se producen por el reflujo de los ácidos del estómago hacia el esófago. El reflujo puede verse favorecido por el consumo de comidas inadecuadas, como fritos y comida rápida, y por comer tarde por la noche. La acidez puede ser consecuencia de la toma de ciertos fármacos, como los medicamentos para la tensión arterial, que suelen tomar las personas mayores. Aumentar de peso con la edad incrementa la probabilidad de desarrollar ERGE y acidez estomacal.

Cáncer colorrectal

Los cánceres relacionados con el aparato digestivo no son los más corrientes y conocidos. Sin embargo, todos los cánceres relacionados con el sistema digestivo son responsables de aproximadamente un tercio de todas las muertes por cáncer.

Salud mental

El eje intestino-cerebro demuestra que un intestino sano puede influir positivamente en la salud mental, reduciendo la depresión y la ansiedad, que están relacionadas con la longevidad. Las alteraciones del eje intestino-cerebro afectan a la motilidad y secreción intestinales, contribuyen a la hipersensibilidad visceral y provocan alteraciones celulares de los sistemas enteroendócrino e inmunitario.

Las enfermedades gastrointestinales, como el síndrome del intestino irritable, suelen conllevar comorbilidades psicológicas relacionadas con cambios en el microbioma intestinal. Además, los estudios han demostrado que la composición de la flora intestinal puede influir en el desarrollo cerebral de fetos y recién nacidos. No es sorprendente que también se haya demostrado que la alimentación influye en el efecto de la microbiota intestinal sobre el rendimiento cognitivo.


Conclusión

Casi todos los días de nuestra vida, nuestro cuerpo absorbe y transforma una gran masa de sustancias, que contienen partes no comestibles y a menudo incluso tóxicas. En muchos aspectos, nuestro sistema digestivo es la parte más fuerte de nuestro cuerpo. Por ejemplo, las células epiteliales intestinales se reemplazan aproximadamente cada 2 a 5 días, lo que es esencial para mantener la integridad y la función de la barrera digestiva expuesta a duras enzimas digestivas y a niveles de pH variables.

Esta parte del cuerpo puede dar algunas ideas a los científicos sobre cómo tener un organismo más resistente y mejores células madre.


La buena noticia del mes: Repair Biotechnologies desarrolló la Plataforma Degradadora de Colesterol, un enfoque seguro para tratar afecciones médicas que surgen debido a acumulaciones localizadas de exceso de colesterol


Repair Biotechnologies ha desarrollado una terapia génica con ARNm-LNP que ha dado resultados prometedores en modelos preclínicos de aterosclerosis. En el modelo de ratón knockout LDLR, la terapia redujo el volumen de la placa aórtica en un 17% tras seis semanas de tratamiento. Además, en el modelo de ratón APOE knockout, eliminó con éxito los lípidos de la placa y mejoró su estabilidad.

La terapia actúa eliminando el exceso de colesterol libre tóxico en el hígado, restaurando la homeostasis hepática y generando beneficios sistémicos en todo el organismo. La empresa está preparando una ronda de financiación de serie A para preparar su primer ensayo clínico en 2026, dirigido a la rara enfermedad genética de la hipercolesterolemia familiar homocigótica. Existe la posibilidad de una aprobación rápida, lo que podría conducir a un uso no contemplado para el tratamiento de la aterosclerosis grave en la población en general.


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